Macro

Menos crecimiento y más inflación: el peso del conflicto para los principales socios comerciales de Chile

Por: M. Toledo y A. Santillán | Publicado: Jueves 24 de marzo de 2022 a las 04:00 hrs.
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Más inflación y menos crecimiento. Ese es, en términos generales, el efecto que generaría el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania a la economía mundial, del cual hoy se cumple un mes.

Bank of America (BofA) advirtió hace días que “no hay una rampa de salida clara para Rusia”, y que “predecir el impacto de la invasión rusa es como atrapar un cuchillo que cae”. Pero, por ahora, prevén que vienen meses de incertidumbre, de duras sanciones y de altos precios de la energía.

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Fitch también es pesimista. Ahora esperan que el PIB mundial crezca 3,5% este 2022, tras un recorte de 0,7 puntos porcentuales. La firma estima que el conflicto repercuta también sobre 2023, año para el que bajaron su panorama a 2,8%.

Si bien no hay región que quede ajena a lo que está pasando en Europa del Este, pero el mercado está particularmente atento a los efectos que traerá el conflicto para sus vecinos de la eurozona.

Capital Economics rebajó en un punto su pronóstico para el grupo de países en un punto, a 2,8% este año, seguido de un 2% en 2023. Esto, principalmente por los mayores precios de la energía en el gasto de los hogares y la fabricación intensiva en energía. De hecho, la consultora prevé que la inflación subyacente se mantenga sobre 2,5% todo este año, lo que llevaría al Banco Central Europeo a subir las tasas en 25 puntos base este año.

Fitch, por su parte, redujo en 1,5 puntos su panorama para la zona del euro, a 3% este 2022, y advirtió que la inflación promediará 5% este año, como consecuencia del alza que sufrirán los precios del gas.

Estados Unidos y China

Tanto Estados Unidos como China no se verán mayormente afectados por la energía rusa, pero sí tienen un recorte en su proyección de crecimiento y alzas en la inflación.

Según BofA, EEUU se ha vuelto “menos sensible” a las crisis energéticas en los últimos años, con un gasto de renta del 2,1% en productos energéticos, por lo que se estima que el crecimiento del PIB tenga un recorte en 2022 de 3,6% a 3,3%.

En tanto, desde Fitch señalan que los precios de los bienes de consumo siguen al alza, mientras que la inflación de los servicios ha alcanzado un máximo de 30 años, por lo que se estima que la inflación del IPC de EEUU podría alcanzar un máximo de 9% y un promedio de 7% para todo el año.

La calificadora espera que haya siete subidas de tipo en 2022 y que el tipo de interés de los fondos federales vuelva al 3% para finales del 2023.

Por el contrario, China está con la inflación baja y se estima que el Banco Popular hará más recortes en las tasas de interés. Aunque el Covid-19 y sus restricciones podrían significar un riesgo para las perspectivas de consumo a corto plazo, en conjunto con la debilidad del mercado inmobiliario.

Desde BofA indican que el “único impacto significativo” para el gigante asiático sería a través de las importaciones de productos básicos y, a pesar de que exista un aumento de precios de las materias primas, no estiman que la inflación del IPC o del IPP vaya a llegar a “niveles alarmantes”.

¿Y Latinoamérica?

Para las economías vecinas de Chile, Goldman Sachs advierte que a pesar de que América Latina no esté cerca del conflicto ni tengan vínculos comerciales profundos con Rusia y Ucrania, está “obligado a sentir los efectos del conflicto”.

Si bien el aumento de los precios de las materias primas es positivo para el intercambio en la región, se ha sentido un impacto en la oferta de los productos básicos “y ya se encuentra entre las interrupciones más graves en el suministro del mercado físico de trigo desde la Primera Guerra Mundial”.

El informe apunta a que las previsiones de crecimiento tuvieron un cambio “ligeramente a la baja”y que la inflación se incremente. Además, se estima que el aumento del nivel de los precios de las materias primas podría mejorar los saldos fiscales, comerciales y de cuenta corriente en la mayoría de las economías.

La débil actividad estaría asociado al rápido aumento de los precios del petróleo y se espera un apoyo fiscal limitado para frenar el shock externo y mitigar el impacto en los precios minoristas de los combustibles, como subsidios a la energía y recortes de impuestos.

En cuanto a las tasas, el pronóstico para este año es de un aumento más ligero de estas, pero “moviéndose más profundamente en territorio restrictivo”, por lo que se espera que Brasil llegue a 13%, Chile a 8,5%, Colombia a 7,75%, México a 7,5% y Perú a 5,50%.

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